La Lesión Medular es un proceso patológico que produce alteraciones en la función motora, sensitiva o autónoma tras sufrir un daño en la médula espinal. Se trata del tejido nervioso más extenso del cuerpo humano, situado dentro del canal raquídeo, recubierta por líquido cefalorraquídeo y protegida por las vértebras y las meninges.

El mecanismo lesional puede ser diverso, siendo los traumatismos como los accidentes de tráfico o los accidentes laborales, las causas de mayor incidencia. Existen, además, patologías propias de la médula espinal como tumores o problemas congénitos que pueden causar daño medular.

En cuanto a la forma de clasificar esta patología, se siguen los criterios de la escala “Asia”, de consenso internacional. Dependiendo de los signos preservados o ausentes, tanto a nivel motor como sensitivo, se define el grado de lesión. Cuanto más alta y completa sea esta lesión, mayores serán las implicaciones funcionales y, por tanto, mayor será el grado de dependencia de la persona.

Toda lesión medular tiene graves y diversas consecuencias, siendo generadora de importantes procesos de discapacidad física y emocional, que afectan a todos los ámbitos y facetas de la vida de la persona. En base a nuestra experiencia clínica, sabemos qué tras un buen plan de trabajo, unas correctas adaptaciones técnicas, un paciente motivado y un entorno favorecedor, se pueden alcanzar metas como conducir, tener una vida social plena, realizar deporte adaptado u otras actividades que otorguen independencia a la persona.