La enfermedad de Parkinson es una enfermedad progresiva y crónica del sistema nervioso central. Se trata de la segunda enfermedad neurodegenerativa más prevalente en la actualidad, después de la enfermedad de Alzhéimer.

Se caracteriza por la pérdida o degeneración de neuronas en una zona interna del cerebro denominada sustancia negra, que es la responsable de la generación de dopamina. Cuando la síntesis de esta sustancia química en el cerebro no es adecuada, se producen problemas para generar movimientos voluntarios o para regular el estado de ánimo.

Los síntomas más característicos de esta enfermedad son la rigidez muscular, la lentitud en los movimientos y el temblor durante el reposo, pero existen otras alteraciones asociadas como la falta de mímica facial, la reducción de movimientos automáticos o las dificultades en el habla y en la deglución.  No solamente podemos centrarnos en las alteraciones motoras, ya que muchos de los pacientes pueden desarrollan afectaciones cognitivas, emocionales o del sueño..