Afectan de forma directa a la capacidad de contracción de los músculos, y pueden producir pérdida de fuerza y de resistencia muscular. Esta alteración puede ir asociada a una dificultad para la coordinación del movimiento de los distintos miembros, dando lugar a tropiezos o caídas y a torpeza en los movimientos finos.
A pesar de esta clasificación funcional, a nivel clínico es habitual encontrarnos con polineuropatías mixtas, teniendo componentes de afectación sensitiva y motora de forma simultánea. Además, nuestra experiencia nos ha enseñado que las personas que sufren alteraciones del sistema nervioso periférico se benefician de la combinación de un tratamiento médico y neurorrehabilitador independientemente de la edad y de la gravedad de los síntomas. Es fundamental la coordinación con el equipo de neurología para así poder orientar de manera adecuada la evaluación y el plan de tratamiento individualizado.